La jubilación a los 61 años es una jubilación anticipada y está regulada por la Ley 27/2011 de 1 de agosto. Esta norma establece dichas condiciones de jubilación, que explicaremos a continuación.
¿Es obligatoria la jubilación a los 61 años?
No, salvo que se trate de una jubilación forzosa a un trabajador, es decir, una jubilación ajena a la voluntad del empleado.
La jubilación anticipada forzosa es una figura que diversos expertos tratan de desterrar, pues consideran que puede conducir a desigualdades. La edad mínima de jubilación forzosa anticipada es de cuatro años antes de la edad legal de retiro, es decir, 61 años en 2017.
Este tipo de jubilación, que realiza la empresa al trabajador, puede derivarse de causas económicas, despidos colectivos como resultado de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), una resolución judicial, causas de fuerza mayor, retiro del empresario o supuestos de violencia de género.
Las causas económicas deben estar bien justificadas por el empresario y han de estar relacionadas con políticas de empleo. Las causas de fuerza mayor son razones externas a la empresa y a los trabajadores que imposibilitan completamente la continuación de la relación laboral.
Puede ser un incendio, una explosión o inundación, por ejemplo (las fuerzas de la naturaleza están en el origen de la mayor parte de las causas de fuerza mayor). Y, si el empresario no explica y argumenta de forma clara y real las causas de la jubilación forzosa, ésta puede ser declarada improcedente, con lo que el trabajador terminará teniendo derecho a la readmisión en el puesto de trabajo o a una indemnización.
Por último, cabe destacar entre las condiciones fundamentales para poder realizar una jubilación forzosa a los 61 años, que el trabajador haya cotizado como mínimo 33 años a la Seguridad Social, así como ser demandante de empleo en los seis meses inmediatamente anteriores a la solicitud de jubilación forzosa.
Requisitos para la jubilación a los 61 años
Sin embargo, si es el trabajador el que quiere jubilarse de forma anticipada, hay diversos requisitos que debe cumplir de forma ineludible.
Así, un trabajador puede jubilarse a los 61 años si ha sido despedido de su empresa antes del 1 de abril de 2013 y, con posterioridad a esta fecha, no ha sido dado de alta en ningún régimen de la Seguridad Social. Además, la jubilación debe producirse antes del 1 de enero de 2019.
La elección de la fecha del 1 de abril de 2013 es fundamental pues corresponde con la aplicación de la nueva legislación laboral, tras las reformas impulsadas por el Gobierno.
Para los trabajadores que hayan elegido la jubilación anticipada transcurrida esta fecha, la nueva normativa marca la edad de prejubilación como los 63 años y el tiempo de cotización mínimo, en 35 años.
Beneficiarios de la jubilación a los 61 años
Los beneficiarios de la jubilación a los 61 años son los trabajadores que puedan acogerse a la reglamentación anterior a la reforma laboral de 2013 y cumplan los requisitos que hemos explicado en el apartado anterior.
Además, existen otros supuestos de jubilación a los 61 años : son trabajadores de sectores profesionales que trabajen con sustancias tóxicas o perjudiciales para la salud, así como personas con discapacidad superior al 65%.