Prestación contributiva para mayores de 55 años

La prestación contributiva para mayores de 55 años tiene las mismas condiciones que cualquiera de las prestaciones contributivas, es decir, es una ayuda destinada a aquellas personas que se han quedado en situación legal de desempleo, y además cumplen con los requisitos para poder recibirla, como tener un mínimo de 365 días cotizados en los últimos 6 años.

La peculiaridad viene dada al término de esta prestación contributiva, ya que el trabajador tendrá derecho a cobrar un subsidio por desempleo en el que tendrá la posibilidad de cotizar a la seguridad social hasta el día de su jubilación.

Prestaciones a mayores de 55 años

 

Prestación no contributiva para mayores de 55 años

El subsidio para mayores de 55 años se trata de una ayuda económica a las personas de 55 años o más, que han agotado su prestación contributiva, o no pueden optar a ella por que no cumplen los requisitos.

Anteriormente este subsidio aparecía cuando se terminaba la prestación contributiva para mayores de 52 años, o una persona de 52 años o más no tenía opción a recibir una prestación contributiva por incumplimiento de los requisitos. A partir de la Reforma Laboral de 2012, la edad se subió hasta los 55 años, tal y como sigue actualmente.

La mayor ventaja de este subsidio es que el trabajador puede seguir cotizando a la Seguridad Social hasta la edad de jubilación. Pero no siempre se podrá recibir dicho subsidio, ya que solo se percibirá en los casos en los que la persona tenga una renta inferior a 530,78€/mes y la renta media de su unidad familiar tampoco supere esta cantidad. Por eso si queremos seguir cobrando este subsidio por desempleo, debemos realizar la declaración de la renta todos los años, para poder constatar que nuestros ingresos no superan el límite permitido.

La cuantía del subsidio para mayores de 55 años actualmente es del 80% del IPREM -Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples-, es decir, 426 € mensuales.