La solicitud de concurso de acreedores puede ser voluntaria o forzosa. En el primer caso, es la persona física principal responsable de la empresa quien presenta la solicitud. En el segundo supuesto, son los acreedores o alguno de los socios de la empresa quienes lo piden.
Sin embargo, el concurso de acreedores no representa un problema en sí mismo sino que trata de ser una solución viable ante los problemas de liquidez y solvencia de una empresa. Es una forma de tratar de acabar con las deudas y de encontrar vías de subsistencia para las compañías.
Si eres un trabajador que ejerce su actividad profesional en una empresa que acaba de ser declarada insolvente, deberás estar bien informado y saber perfectamente cuáles son tus derechos en caso de concurso de acreedores.
¿Qué debe hacer el trabajador ante un concurso de acreedores?
En primer lugar, el trabajador no debe entrar en pánico pues, aunque no se trata de una situación agradable, no significa que la empresa vaya a desaparecer.
Como ya hemos comentado, es mejor entrar en concurso de acreedores que no afrontar los pagos puntualmente mes tras mes sin aportar ninguna solución.
El trabajador debe tener en cuenta como funciona el concurso de acreedores, ya que éste tiene varias etapas hasta su resolución final, por lo que llevará tiempo llegar a su conclusión.
La fase de resolución es la más importante pues es cuando se trata de llegar a un acuerdo entre las partes implicadas. En caso contrario, sí que se procedería a la liquidación de la empresa.
Durante el tiempo que dura el concurso de acreedores, se nombra un administrador concursal, que es el responsable de emitir un informe sobre la viabilidad de la empresa.
Los trabajadores durante el concurso de acreedores, deben seguir acudiendo regularmente a sus puestos de trabajo, salvo que decidan pedir la suspensión o extinción de sus contratos.
El trabajador también puede pedir modificaciones en sus condiciones de trabajo, que serán valoradas por el administrador concursal. Dichas modificaciones pueden referirse a reducciones de jornada o cambios de turno. Éste podrá, asimismo, conceder permisos retribuidos si lo considera oportuno.
Si cualquier trabajador cree que sus derechos están siendo vulnerados en el transcurso de un concurso de acreedores, puede interponer una demanda ante los juzgados de lo social, que son los jurídicamente competentes en este campo.
Un aspecto importante es que, si la empresa modifica de forma sustancial las condiciones laborales de los trabajadores de forma colectiva, éstos perderán el derecho de rescisión de contrato con indemnización.
También se pierde este derecho en los traslados, si el centro de trabajo se halla en la misma provincia y a menos de 60 kilómetros de distancia de la sede anterior.
Y si, desgraciadamente, la situación de la empresa conduce a su liquidación, se producirá un despido colectivo. En el cual, los trabajadores tienen derecho a, como mínimo, una indemnización por despido de 20 días por año trabajo, con un máximo de 12 mensualidades. Aquí es dónde cobra importancia el organismo FOGASA, del que hablamos a continuación.
¿Cuánto paga FOGASA por un concurso de acreedores?
El FOGASA es un organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y su función es garantizar a los trabajadores el derecho a la percepción de los salarios e indemnizaciones pendientes de pago por concurso de acreedores o insolvencia de empresarios.
Si no fuera por FOGASA, muchos trabajadores se quedarían sin cobrar gran parte de sus salarios o indemnizaciones, pues es una situación muy frecuente en liquidaciones de empresas.
Sin embargo, el FOGASA garantiza como máximo el resultado de multiplicar el triple del salario mínimo interprofesional diario con el prorrateo de pagas extraordinarias y el número de días pendientes de pago, siendo el máximo 150 días.
En cuanto a las indemnizaciones del FOGASA, debemos saber que este organismo abona las reconocidas en sentencia laboral, pero sólo el importe de 20 días por año trabajado. En despidos colectivos, la cuantía de la indemnización abonada por FOGASA se calcula teniendo en cuenta 30 días por cada año trabajado.